jueves, 7 de junio de 2012

Estudio sobre las toxinas del universo

Por una extraña razón la época de exámenes es propicia para la reflexión universal interestelar. Cualquier tema parece más interesante que los apuntes que tienes delante, sean de la asignatura que sean. Bien pues eso me a ocurrido a mí esta tarde mientras estudiaba en la biblioteca municipal. Todo empezó cuando leí la palabra necrosis por algún lado, me centré en su mecanismo, en como funciona. En como por causas ajenas a ellas les células mueren asfixiadas y liberan sus toxinas que vertidas al torrente sanguíneo se convierten en mortales para el resto de células del organismo. Esto me hizo pensar en esa interesante paradoja. Lo que dentro de una célula es inocuo una vez se libera es mortal. Pensé entonces en que extrapolado a límites filosóficos todos tenemos un mal en nuestro interior, todos somos pequeñas células con un montón de productos potencialmente tóxicos en nuestro interior. Y la carne es débil, y nuestro organismo no es ni mucho menos perfecto y esas toxinas, en algún momento salen al exterior y causan daño a las células que nos rodean. No hay nada mas que ver las noticias para darse cuenta que la necrosis social es una patología evidente en todo este sistema que llamamos mundo,¡ y se necrosa por los cuatro costados! Ciertamente la situación no es esperanzadora por que la solución más tradicional para evitar que la necrosis se extienda es el cortar por lo sano. Amputar la zona afectada para evitar que esas toxinas se propaguen. ¡Tengamos cuidado con nuestras toxinas señores!Controlemos nuestras palabras, actos decisiones, sobre todo aquellas personas que se encuentran en tejidos importantes, si no queremos vernos sometidos a una amputación irremediable y estar tullidos de por vida.

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