Aun
siendo hombre de ciencia, soy hombre de campo, un paleto de pueblo si quieren
ustedes y cada vez que viajo a las grandes capitales quedo maravillado como un
bobalicon. Este ultimo fin de semana preparé mis maletas, dejé al señor dilemas
al mando del laboratorio y me plante en Madrid con algunos cuantos colegas
veterinarios. Ellos se fueron a un curso yo dediqué ese tiempo a realizar
algunos trabajos de campo en la urbe capital. Contaré a quien le interese mis
andaduras y andanzas.
Viernes
20-4-2012:
recién salido de un examencito de anatomía cogimos el coche y
pusimos rumbo a nuestro destino. El viaje como siempre, esas largas carreteras
rectas, e infinitas por la meseta norte. Llegamos no sin unas cuantas vueltas,
por que Madrid es así, te hace dar infinitas vueltas, a nuestro destino.
Estábamos alojado en un dúplex muy curiosín no muy cerca ni muy lejos del
centro. He de reseñar que el ingeniero
que diseñó la cochera deberían quitarle el título y trabajo ¡un horror! El día
no dio para mucho más unas cervecitas y
a dormir.
Sábado 21-4-2012:
empezaba el gran día, el día de la exploración por Madrid. Mi compañero J.M. y
yo debíamos encontrar una escondida tienda de arcos, de hay ir al centro no
perdernos en el mismo ni morir en el intento. Dicho y hecho y además con una precisión
y eficacia pasmosa, como si viviéramos en Madrid desde la infancia. Como terminamos
pronto en nuestra empresa el resto del día nos lo pasamos haciendo
investigaciones y averiguaciones sobre las gentes y lugares de la ciudad. En próximos
post haré un resumen de las conclusiones de los mismos. Comimos y bebimos a lo
europeo en restaurantes de comida rápida de grandes cadenas comerciales. Nos movimos
mucho, andamos en demasía para lo que estoy acostumbrado y conocimos diferentes
tiendas de interés. Un día de magnitudes épicas sin duda
Domingo
22-4-2012:
como la vocación me puede no podía marcharme de Madrid sin visitar
el zoo. Nuevamente pateada, pero como sarna con gusto no pica… vi a los pandas
que ya había visto al poco de nacer hará ya cosa de un año. Con los animales yo
me lo paso como los enanos y además había exposición de dinosaurios, para lo
que me vino de perlas mi compañero J.M. que es un experto en la materia. El día
lo terminamos al atardecer, ya cerca del crepúsculo dando una ultima vuelta por
el zoo con J.G.C , A.O.A y C.M.D.C.P. aprovecho ahora para darles las gracias a
los 4 por su inigualable compañía.
Lunes 23-4-2012:
La cosa
rozaba a su fin no sin antes darnos otro paseíto por el centro de Madrid y sus
comercios mas importantes. Las ostentosidad es increíble…no se por qué en las
capitales las cosas se hacen tan grandes. Era la hora de despedirse de los
grandes edificios, los túneles infinitos, las cabras adorables y las diabólicas,
del metro, los coches y la gente. Nuestro dúplex, sol, cuatro caminos y el
busto de Baden Powell. Adiós Madrid hasta la próxima.
No hay comentarios:
Publicar un comentario